Unos dias en la playa y algunos otros, en el pueblo, entretenida buscando a un grillo.
Y no precisamente para cuidarlo.
Porque aunque parezca una anécdota , sólo el grillo macho es el que emite ese sonido tan, tan "característico". Frotando sus alas. Como no le sirve para volar, pues a joder.
Ya estoy de vuelta en casa y ahora es a mi a la que me toca fastidiaros.