Reflexión pura y dura.

Quiero escribir, aunque no sé exactamente sobre qué.
Sin embargo, sé que aquí estoy rodeada por vosotras, amigas cariñosas y personas de confianza.
Quiero decir que apenas tengo 17 años y todavía no sé mucho de la vida.
Aunque sé que siempre fui muy diferente a los demás de mi edad.
( Supongo que debe ser que todos pensamos que somos el ombligo del mundo...pero no sé por qué creo que sí soy distinta.)
(Al menos así me he sentido toda mi vida.)
Normalmente estoy orgullosa de ser distinta, de ser como soy.
Pero bueno, no todo es feliz, y de vez en cuando, cada cierto, me duele ser distinta.
Me duele no poder divertirme de la misma manera que ellos.
Despreocupada, irreflexivamente.
Sólo porque a mí me gusta pensar, y suelo reflexionar sobre la situación de este mundo.
De mi mundo.Mi mundo herido.
Sólo porque yo soy incapaz de ser superficial.
Porque a mí me gusta ir a museos y disfrutar sin prisas de cada cuadro, sólo porque me gusta pasear sin rumbo fijo, porque disfruto más que nunca viendo una buena película en el cine.
Leyendo.
Y me emociono.
Sólo porque soy incapaz de emborracharme.Porque no me gusta y no le veo sentido alguno.
Sólo porque en realidad...creo que no tenemos la misma edad.
Y a veces me da la sensación de que me hice adulta siendo aún muy niña.
Y no es soberbia.
Es sólo que no puedo ser tan distinta.