19 junio 2006

EL CADAVER EXQUISITO. PARTE l

Andaban por la calle Dr. Fleming, se acercaron a un coche y entraron en él.

Guillermo cogió entre sus manos el rostro de Mercedes. Se besaron apasionadamente.

-No puedo, murmuraba ella, disculpándose por seguirle el juego.

-¡Te deseo tanto!

Mercedes buscaba imágenes de su familia. No dejaba de pensar qué hacía allí.

Se quedaron en silencio, mirándose.

Mercedes cogió su bolso, iba a salir del coche cuando Guillermo la retuvo.