20 junio 2006

EL CADÁVER EXQUISITO PARTE IV

Al oír esas palabras, Mercedes separó su cuerpo del de Guillermo. La culpa se volvió a apoderar de ella. Entonces, sin decir nada, empezó a correr calle abajo. Miles de imágenes se agolpaban en su mente: la noche en que todo empezó, su marido, Julia, ese hijo que no llegaría a nacer, la enfermedad,todo el dolor y el placer experimentado, la cárcel…

Guillermo permanecía de pie, mirando la escena, sin querer llegar a entender lo que estaba pasando. Encendió un cigarrillo y comenzó a dar caladas compulsivamente.

Abrió el coche, rebuscó por el salpicadero, pero no encontró lo que buscaba; puso la radio para llenar el silencio, encendió el motor y …

3 comentarios:

maria josé dijo...

Bien, Pilar!

maria josé dijo...

Y todas las demás, por supuesto...
Vamos a por ello!

yosola dijo...

bien bien va bien la cosa :d