Fantasía de Cobre

Pasan unos minutos de las 21, el sol cae y está a punto de ocultarse tras las montañas que tengo enfrente. Mi cuerpo guarda el calor de tantas horas de sol, la suavidad de la crema y el deseo de verle aparecer cada vez aumenta.

Llegar es complicado; unos cuantos desvios por caminos de piedras entre girasoles y olivos, y tras una roca inconfundible está mi "playa"; y yo; no sé si lo hará.

Me meto en el agua para refrescarme, me dejo flotar, soñándole, y cuando me acerco a la orilla y comienzo a salir, despacio, allí está Él.

La escasa luz del sol le llega de lado y no me permite distinguir bien su cara, sus ojos, su suave pelo; pero sé que es Él.

Me mira, de pie al lado de mi toalla, con las manos metidas en los bolsillos y poco a poco voy saliendo del agua, acercándome, hasta que le tengo enfrente; no hay duda es Él.

Me arropa con la toalla y me pierdo entre sus brazos. Le siento respirar despacio. Le siento.

Y dejo caer la toalla para abrazarle fuerte y tratar de sentirle como nunca y como siempre. Y lo consigo, le siento, y le miro, y le beso del modo más dulce y pasional del que soy capaz.

Y me dejo caer yo, mi escasa ropa, todas mis barreras; y siento, y veo que él hace lo mismo; de nada serviría andarse con pies de plomo cuando ya te han calado.. la camisa, fuera, fuera toda la ropa, todo lo que sobre. Le tumbo en la arena y yo lo hago encima de él, y mientras le beso el cuello me dice que hay tanta vida en la vida que hasta ahora solo sabía soñarla....

Pero ahora me vive, me vive dulce e intensamente. Como yo le vivo a Él

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Sade "No ordinary love"